lunes, 2 de mayo de 2016

Reflexión sobre el papel de la escuela en la formación de los hábitos

REFLEXIÓN SOBRE EL PAPEL DE LA ESCUELA EN LA FORMACIÓN DE HÁBITOS
Bloque 3
Los hábitos son cualquier comportamiento repetido regularmente que se aprende. Es decir, cuando un niño pone algo en práctica una y otra vez de la misma manera, al final acaba realizándose de manera automática, sin esfuerzo y sin planearlo. Pues bien, dichos hábitos se adquieren a través de la familia y el/la maestro/a, en la escuela, ya que se adquieren y se refuerzan  a través de convenciones sociales. 
En la escuela, los hábitos sirven para reforzar aprendizajes, desarrollar actitudes, asumir responsabilidades y/o desarrollar formas de organización. La finalidad de la creación de hábitos y rutinas es conseguir que la convivencia en el centro sea gratificante y positiva y segura. Para ello, el docente deberá crear un clima relajado y positivo en el aula; creando situaciones motivadoras y significativas en la clase, estableciendo relaciones afectivas y próximas con el alumnado y entre los alumnos y alumnas, utilizando instrucciones positivas y empleando refuerzos positivos.
Por lo tanto, consideramos que la escuela tiene un papel fundamental en la creación o refuerzo de dichos hábitos, pues ayudan a que el niño consiga un equilibrio emocional, fundamental para su educación y la formación de su personalidad. También servirá para que el alumno pueda organizar su vida personal y social.
En nuestra opinión, un hábito bien adquirido y usado les permitirá hacer frente a los acontecimientos cotidianos, así como les aportarán un mecanismo importantísimo de constancia y regularidad y por eso son fundamentales para la vida familiar, pero sobre todo para la escolar. Por todo esto, el papel de la/el docente tendrá mucha importancia en este aspecto, pues será la persona que se encargue de crear y fomentar hábitos positivos, y evitar en la medida de lo posible que se adquieran hábitos negativos, proporcionando las herramientas y los recursos necesarios para que el niño pueda adquirirlos.

Y sobre todo, es importante que exista una colaboración entre familia y escuela para la formación de hábitos. También es fundamental que los niños y niñas aprendan a ser autónomos lo que será muy positivo para el desarrollo de su personalidad y para enfrontarse a la sociedad. Estos hábitos los van adquiriendo progresivamente pero es muy importante tener paciencia con el niño o niña, ya que como docentes sabemos que cada niño tiene un proceso de adquisición de habilidades y destrezas diferente.

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